El Superbike Argentino se prepara para arrancar su temporada el próximo 24 de abril en el autódromo de Buenos Aires, escenario que albergará el certamen de forma completa. La categoría reina contará con el regreso de un piloto ilustre que ya aviso que vuelve en busca de la gloria: Ariel “Buba” Ramírez.
Ramírez es uno de los más prestigiosos pilotos del motociclismo nacional y charló con Carburando sobre cómo se dio esta posibilidad de retornar al ámbito nacional junto a su estructura, la Squadra 958. “Siempre estuvo la idea de estar corriendo, pero se intensificó por la idea de que las carreras sean el Gálvez por cuestión de protocolo. En lo personal, no viajar me libera casi el 40% del gasto del equipo y lo que es peor, tener nuestro local (Venta y reparación de motos) cerrado y no poder trabajar. Así que al ver que las competencias iban a ser en Buenos Aires y que los costos se reducían bastante, me pareció bueno hacer una patriada para juntar a los amigos y consolidar el equipo con la idea de estar presentes”, manifestó de entrada.
Y dio detalles de la máquina con la que cristalizará su presencia: “La moto va a ser una Yamaha 1000, un R1 que es de mi hermano Cristian y es con la que termine corriendo en 2018 y parte del 2019. Está equipada con todo lo mejor y tiene poco uso. Con respecto al entrenamiento, habíamos comenzado con las motos de baja cilindrada y corrimos en el arranque del FEBOM, pero tuvimos una caída en clasificación y eso nos complicó. Igualmente nos vino bien, porque la moto tenía algunos detalles sin hacer y con este accidente decidimos repasarla de forma minuciosa para dejarla como nueva en todos los aspectos”.
En cuanto a su preparación, el capitalino confía en llegar en óptimas condiciones al 24 de abril. “Todavía falta un mes para el inicio y si todo va bien, le vamos a meter muchísimas horas de entrenamiento para la primera carrera. Las sensaciones son siempre conocidas, no me encuentro en un súper nivel, pero considero que estoy muy bien pese a no tener una gran preparación sobre la moto. Con el oficio y la experiencia podes contrarrestar un poco el déficit de entrenamiento. Más allá de eso, pensamos llegar de la mejor manera porque me lo tomó como si fuera a correr un campeonato de mayor importancia. Si no es por todo, no volvemos”, aseguró.
Al momento de hablar de objetivo, “Buba” sentenció que va por la gloria y la corona. “La experiencia me dice que carrera tras carrera hay que ir evaluando y armando el torneo, pero primordialmente nosotros arrancamos con la idea de ser protagonistas. Indudablemente quiero el campeonato del Superbike, porque es el único que me falta en mi larga carrera deportiva. Siempre lo miramos desde abajo, así que ahora voy por el título y vamos a hacer lo posible para tenerlo”, afirmó.
En la misma línea, el nacido en el barrio de Villa Urquiza reconoció que tiene las ganas para continuar en actividad y obvió hablar de retirarse. “El empujón anímico lo tenemos siempre, hasta sin el campeonato. Estoy transitando mis 47 años, mantengo un nivel espectacular y físicamente estoy impecable, la genética gracias a Peluca (su padre) me ayuda muchísimo, pero por la edad se me cierran muchas puertas a nivel económico y de sponsoreo porque hay chicos que andan muy rápido y las empresas buscan generar un camino largo con un piloto joven”, aseveró.
Fuera de lo referido a su regreso al Superbike Argentino, Ramírez se mostró reflexivo y analizó la dura realidad que vive desde hace tiempo el motociclismo nacional. “Correr de forma profesional es un camino duro en Argentina porque debido a cuestiones dirigenciales, este deporte nunca pudo instalarse de lleno en el campo rentado, como sí lo hicieron otras disciplinas. Siempre estamos en el anonimato y nosotros ponemos todo. Fuera de que alguno tiene el poder adquisitivo para hacerlo bien o | quienes tienen el apoyo de su provincia, el 80 o 90% de los pilotos somos amateurs y que esto pase en una especialidad que tiene tanta calidad e historia me da pena. Lidiamos con esta problemática desde hace años”, apuntó.
“En el motociclismo nacional, cualquier variante que repercuta en el país, se siente por la falta de apoyo que tiene. Yendo más allá, vos ves terminales de motos o grupos inversores que son parte del segmento que hacen publicidad en autos de carreras. Esto hace que te preguntes que tan mal hicimos las cosas para que esta gente no nos acompañe. Lamentablemente, el piloto hace lo que tiene que hacer, que es presentar una moto, entrenarse, tener un equipo de primera línea, pero lo demás va por parte de la dirigencia”, se explayó.
En el final, Ramírez dio su punto de vista sobre la discordia que generó en algunos protagonistas la decisión de que la temporada 2021 se lleve a cabo en Buenos Aires. “Con las cartas que tenemos, ya es una victoria tener un campeonato. Que se haga en Buenos Aires, Olavarría, Córdoba o Termas de Río Hondo, porque estar otro año parado sería una catástrofe. Los pilotos del interior, que son la gran mayoría, pusieron el grito en el cielo al enterarse que el certamen será todo en el Gálvez y el reclamo es válido. Sienten que los pilotos de acá pueden tener una ventaja, pero es lo que tocó. Además, acá podemos utilizar distintas variantes de circuitos y también queda vedado en la previa a la primera fecha. Mal que mal se tratan de hacer las cosas y se busca equiparar porque tampoco podemos elegir mucho hoy porque si no nos quedamos sin motociclismo otra temporada más. Fuera del que lo hace como deporte, también hay equipos que viven de esto y repercute en el aspecto económico de mucha gente. Por lo pronto, está bueno que tengamos un calendario”, cerró.